El Comité se fundamenta en tres principios:
- En la República, todas las esferas de poder deben ser transparentes y sometidas al control de la sociedad civil;
- En democracia, todas las esferas de realización de poder deben estar sometidas a la participación de la sociedad civil;
- En el Estado de Derecho, no hay manifestación de poder que no esté regulada jurídicamente, aún que por principios de naturaleza constitucional o internacional.
Esos principios se vuelven aún más apremiantes cuando hablamos de política externa con impacto en los derechos humanos. Reafirmados por la comunidad internacional con la creación de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) al final de la II Guerra Mundial, los derechos humanos no deben estar sometidos a una racionalidad instrumental, como moneda de intercambio en las relaciones internacionales.